Como vemos, la
vivienda posee un jardín, el llamado “jardín contemplativo” diferenciado del
jardín principal de la fachada, pues este está por debajo del nivel del suelo.
Remontándonos al
arte del Feng Shui, los jardines zen, realizados en función de las ideas de
bienestar y armonía, nos aíslan de las agresiones y tensiones externas, se
busca la contemplación tanto del paisaje como del interior de uno mismo, es
decir, que comprendiendo el paisaje nos podremos comprender a nosotros mismos y
escuchando el exterior, nos podremos escuchar a nosotros mismos.
A través de esta
idea, podremos considerar que este jardín se relaciona en cierta medida con la
idea del jardín zen, pues permite el aislamiento del exterior, al estar por
debajo del nivel del suelo y no se ve desde el exterior de la vivienda,
buscando entonces el equilibrio y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza
en un espacio que pertenece a la vivienda.
La idea de
incorporar este jardín a la vivienda es bastante innovadora, pues es un espacio
natural que permite la contemplación de la naturaleza tanto desde dentro de la
vivienda por los grandes ventanales que posee en esa zona, como saliendo al exterior donde no existe perturbación
alguna. Estos arquitectos siempre buscan la definición de espacios tan ambiguos
que uno no
sabe si está en un interior con condición de exterior o al revés,
en un exterior con condición de interior.
Comentarios
Publicar un comentario